Siempre se ha hablado de la importancia de la actitud para afrontar cada situación en la vida y todos creemos estar conscientes de esto, sin embargo, cuando nos enfrentamos a realidades complejas, tener la actitud adecuada que nos ayude a sobrepasar esa situación de forma rápida requiere un mayor esfuerzo del que pensamos.
Podemos fortalecer esa actitud y nuestra resiliencia para estar mejor preparados.
¿Por qué es tan difícil tener la actitud adecuada y ser resilientes?
Cuando enfrentamos situaciones que nos desestabilizan o desafían se generan en nuestro interior emociones y sentimientos que nos abruman, incluso y hasta nos sobrepasan impidiéndonos avanzar o movernos en cualquier dirección.
Además, podemos confundir resistencia con resiliencia. La primera nos habla de la capacidad de mantenernos firmes en contraposición de algo, mientras que la resiliencia es la capacidad de adaptarse y recuperarse rápidamente al afrontar un cambio, una situación adversa o una gran fuente de estrés.
Esa resiliencia se puede construir y mejorar constantemente trabajando 6 elementos: optimismo, perseverancia, adaptabilidad, tolerancia a la incertidumbre, relaciones y también el manejo de emociones.
Vamos a enfocarnos en este último, ya que aprender a manejar las emociones que se presentan nos ayudan a movilizarnos en la dirección adecuada para fortalecer nuestra actitud y así lograr adaptarnos más rápidamente a las nuevas situaciones.
Así estaremos encaminados a encontrar soluciones que nos ayuden a avanzar, nos sentiremos más fortalecidos e incrementaremos nuestro bienestar.
Cuando manejamos las emociones podemos ser más resilientes
Definitivamente el cambio parte de la vida, y lo vemos en el mundo cada vez más; nos lleva a experimentar situaciones que ni siquiera imaginábamos.
Es muy importante que podamos hacer consciencia de nuestras emociones para poder adaptarnos rápidamente a esas nuevas circunstancias
¿Cuál es el primer paso para manejar sus emociones durante el cambio?
Empezamos por identificar cómo nos sentimos frente al cambio, necesitamos hacer un ejercicio de autoconocimiento para que entender cuáles son nuestras emociones en ese caso.
¿Cómo me siento?
Estoy molesto/a…, me preocupa cuando… siento frustración… me abruma…, estoy asombrado/a …, me duele …, tengo angustia por …, me alegra…, me desorienta…
Al hacer conciencia de esas emociones podemos validar la etapa en la que estamos, reconocer los supuestos que pasan por nuestra mente y actuar para aceptarlas y manejarlas.
Reconocer cada etapa del cambio y enfocarse en ella nos ayuda a avanzar ágilmente
Según las investigaciones y conclusiones de la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross, cada vez que nos enfrentamos a una situación de cambio, de desafío o de crisis pasamos por 4 etapas: negación, resistencia, exploración y compromiso.
La idea es atravesarlas lo más pronto posible para llegar a la etapa de compromiso rápidamente y enfocar los esfuerzos en encontrar soluciones que nos permitan seguir avanzando. Así es como las personas altamente resilientes desarrollan esta capacidad.
- Negación
En la etapa de negación sentimos aturdimiento, no queremos creer lo que está pasando.
Acción:
Se recomienda obtener toda la información posible de la fuente real ara movernos a la siguiente etapa. - Resistencia
Nos sentimos con rabia y enojo, queremos culpar a los demás o dudamos de nosotros mismos.
Acciones:
Aceptar que no todo está bajo nuestro control y darnos cuenta de que sólo podemos manejar nuestra reacción ante la situación. Es importante reconocer los sentimientos que nos produce, experimentarlos y pasar la página. - Exploración
Nos sentimos con ansiedad y curiosidad. Empezamos a ver las posibilidades y oportunidades; y entendemos qué implica para nosotros.
Acción:
Para continuar el camino a la siguiente etapa se recomienda explorar las alternativas, expresar las implicaciones que tiene y aprender nuevas habilidades. - Compromiso
Sentimos aceptación, desprendimiento, control y satisfacción. Aquí volvemos a tener una visión clara, un esfuerzo enfocado y estamos listos para trabajar en equipo nuevamente.
Acciones:
Debemos recompensar los logros, reconociendo esfuerzos y resultados.
Al tener conciencia de nuestras emociones y nuestra disposición al cambio podemos trabajar diariamente para mejorar nuestras capacidades. Con la convicción de querer avanzar rápidamente en las etapas, lograremos una mayor resiliencia y así enfocaremos nuestros esfuerzos en lo nuevo para disfrutar con energía renovada las oportunidades que tenemos en nuestra vida, en lugar de atarnos a los apegos del pasado.
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