En este momento una gran mayoría están abrumados con el gran cambio que genera el Home Office (Teletrabajo); a pesar de esto podemos manejar nuestra energía y al mismo tiempo disfrutar en la cotidianidad de las posibilidades que nos brinda la nueva manera de vivir y de relacionarnos desde casa.
Enfrentamos grandes desafíos para “mantener nuestras baterías cargadas” y una actitud positiva, algunos con roles simultáneos como papás o mamás, profesores, chefs, logística de hogar. Atender muchos temas (salud, familiar, laboral, económico y espiritual) y que todos estén a la vez en casa nos agobia. Esto típicamente se ve reflejado en mayores niveles de estrés que impactan los resultados y nuestra tranquilidad.
La productividad personal y el bienestar requieren una visión integral que tenga en cuenta tres aspectos:
- El propósito y nuestras metas personales. Encuentra y reflexiona sobre tu sentido de vida y la oportunidad única que esta situación nos brinda.
- La gestión efectiva de lo pendiente. Encuentra acciones recomendadas para “Home office”
- El manejo de la energía. Aprovecha que la energía es un recurso multidimensional (físico, mental, emocional, espiritual) que puedes recargar.
A continuación, encontrarás acciones específicas que te ayudarán a recargar tu energía física para tu bienestar y el de las personas cercanas a ti.
Identifica tus síntomas de bajo nivel de energía
Reconocer donde está bajo el nivel de energía permite actuar para equilibrarlo porque depende de cuatro dimensiones que están conectadas entre sí:
- Física
En éste la mayoría de las señales son evidentes: dolores de cabeza, tensión muscular, cansancio, visión borrosa, acidez estomacal, pérdida de apetito o mayores deseos por comer, entre otros. - Emocional y familiar
Se presentan cambios en el estado de ánimo o mayor intensidad en nuestras reacciones: ansiedad, rabia, tristeza, llanto, angustia, temor, malentendidos en las relaciones, irritabilidad o defensividad. - Mental
Algunos de los síntomas son distracciones, olvidos, incremento en los errores, tareas sin terminar, dificultad para concentrarse, para desconectarse o para dormir. - Espiritual
Ausencia del sentido de vida o de la capacidad de disfrutar la vida en la cotidianidad, constante frustración o angustia.
Cuando una persona tiene bajo nivel de energía está más propensa a que le afecten los virus y bacterias, pensamientos negativos y en general todo lo del entorno, pues sus defensas estarán bajitas. Necesitamos combustible para recargar nuestra energía en las diferentes dimensiones.
Aquí encontrarás recomendaciones específicas para recargar la energía física; ten en cuenta que también podrás encontrar en nuestro blog otras recomendaciones para equilibrar la energía emocional, fortalecer tu energía mental y equilibrar tu energía espiritual.
Recarga tu energía física
El auto cuidado es fundamental, por nosotros y por los demás, solo puedo ayudar a otros cuando estoy bien. La energía física es el combustible base para que nuestro cuerpo funcione, así que es importante recargarla cuidando la nutrición y el descanso y asegurando una buena oxigenación a través del movimiento y la respiración.
1. Nutrición
- Cuida lo que comes, consume proporcional a lo que gastas, revisa las cantidades y el tipo de comida para evitar ganar unos gramos extra por falta de actividad. Cuando tengas la posibilidad prefiere lo natural y de cosecha. Ten en cuenta estas opciones de ensaladas en español o en inglés
- Hidrátate, toma agua, puedes tenerla sobre tu zona de trabajo, a la vista te recordará tomarla.
- Aprovecha los horarios de las comidas para enfocar tu atención en lo que comes y en compartir con quienes te acompañan.
- Des-ayuna.
- Agradece la energía que te da el alimento.
2. Descanso
- Desconéctate del trabajo durante algunos momentos del día, como a la mitad de la mañana y de la tarde y a la hora de comer
- Mira por la ventana para descansar los ojos de las pantallas
- Desconéctate de la tecnología periódicamente. Ponte en “modo avión”.
- Duerme entre 7 y 9 horas diarias, si es necesario puedes poner un recordatorio para ir a dormir y si es posible puedes hacer una siesta entre 15 a 26 minutos.
- Realiza alguna actividad corta que te relaje (escuchar música, colorear mandalas, leer sobre alguna afición y cuando no estés en cuarentena aprovecha el contacto con la naturaleza).
3. Movimiento
- Muévete, evita quedarte más de una hora y media sentado, mejora la oxigenación, previene dolores y estimula las dopaminas. Realiza estiramientos.
- Programa una rutina de ejercicios por lo menos 2 veces a la semana, busca algo que disfrutes y aprovecha aplicaciones (7 minutes workout de J&J) o canales de ejercicios (Gaia, yoga with Adrianne,Popsugar).
4. Respiración
Respira… respira… respira. Empieza y termina el día con 3 inhalaciones profundas, durante el día haz conciencia de tu respiración. Inhala vida, exhala malestar y pensamientos negativos.
En resumen, cuida tu cuerpo, tu salud y procura que quienes están en tu círculo cercano también se cuiden. Presta atención a qué comes y cómo comes; asegura momentos para descansar y para mover o ejercitar tu cuerpo; haz consciencia de tu respiración y cómo respiras; enfócate en las oportunidades que nos brinda una situación atípica como ésta.
Recuerda que puedes encontrar en nuestro blog otras recomendaciones para equilibrar la energía emocional, y pronto para fortalecer tu energía mental y equilibrar tu energía espiritual.
Esperemos que las cosas no vuelvan a ser como antes y que aprovechemos descubrir nuevas maneras de ser y hacer para crecer como seres humanos.
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