Hoy puedo decir que sobreviví a una profunda crisis gracias a las palabras del corazón de mi familia. Después de 4 días de estar inconsciente y con un muy mal pronóstico logré recuperarme, salir de esa situación y regresar a mi casa. La ileostomía continúa, así que debo seguir hidratándome con 2 visitas semanales a cuidados paliativos para obtener algo de energía con electrolitos como magnesio, potasio y calcio.
Aún débil, mi cuerpo no tiene fuerza suficiente para ser independiente, peso tan solo 39 kg y necesito ayuda para todas las cosas que me propongo hacer. A pesar de esto, estoy llena de lucidez y mi mente va a un ritmo muy dinámico. Me encanta escribir y siempre estoy pensando en proyectos de mi familia y mi empresa.
Ante esta situación, una de mis prioridades es lograr algo de independencia para mejorar mi calidad de vida. Al pensar en lo que necesito, recordé los principios de productividad que están orientados a facilitar el día a día de las personas para lograr sus metas con un buen balance de vida. Al final, eso es lo que yo estoy buscando.
Así que en este artículo voy a compartirles algunas reflexiones que puedan aplicar y ser ejemplo en situaciones de crisis. A veces las soluciones son muy sencillas, pero mejoran enormemente el día a día.
Tres principios de productividad que apliqué para estar más tranquila y ser más efectiva
1. Liberar la mente y usar un sistema de gestión de mis pendientes me da tranquilidad
Como mi cabeza se desborda con ideas y planes, muchos a corto y mediano plazo, pues soy consciente de las condiciones en que vivo, implementé la lista de pendientes. Esto consiste en anotar todas las tareas, permitiendo liberar la mente de estar ocupada tratando de recordar lo que tienes que hacer; así disminuye el estrés. La mente se encarga de solucionar y no de guardar tareas.
Antes de esto me sentía agobiada, el tiempo no me alcanzaba, se me perdían las ideas y me generaba mucha ansiedad. Hoy tengo implementada una clasificación con dos tipos de tareas: personales y laborales. Cada vez que se me ocurre una idea o una tarea para hacer, la anoto, eso libera mi mente, me tranquiliza y dejo de estar estresada porque no me acuerdo de las cosas.
Para gestionar esos pendientes, actualmente utilizo la aplicación Trello que ajusté con cuatro columnas que representan tres pasos: por hacer personal, por hacer laboral, haciendo y hecho. Cada mañana me levanto, reviso lo que voy a hacer en el día, lo muevo a “haciendo” y cuando termino lo paso a “hecho”. No se imaginan el cambio trascendental que esto tan simple ha tenido en mi vida: bajó mi estrés, soy super efectiva. Hasta duermo mejor, porque cuando en la noche salen esas ideas las anoto inmediatamente y puedo volver a descansar sin problema.
2. Enfocarme en el resultado me dio autonomía
Mi objetivo principal es mejorar mi independencia, me debo enfocar en ese resultado para no necesitar un conjunto de personas que me ayuden a hacer cualquier labor, así sea la más básica. Eso es muy molesto para mí, para quienes me rodean y además mi calidad de vida baja mucho.
Por esta razón empecé a pensar en soluciones que me ayudaran a lograrlo:
- La primera está orientada a que me pueda bañar sola, así que compré una silla para la ducha y añadí una canastilla con todo lo necesario. Lo único que necesito es que me pongan la silla y la canastilla en el baño. Ya me puedo bañar sola sin la ayuda de nadie. Aunque sé que parece demasiado sencillo, cuando tu cuerpo está tan débil, esas pequeñas cosas ayudan significativamente, te hacen sentir muy bien y más autónoma. Te genera confianza y fortaleza para pensar que mañana va a ser otro paso adicional.
- El otro aspecto que me daba independencia, era poderme desplazar sin ayuda por mi casa, que tiene varios niveles: entonces compré un caminador. Incluí una serie de bolsas que contienen lo que necesito para ir al baño o las medicinas que debo tomar en el día. De esa manera, cuando estoy en mi habitación o en el primer piso me puedo desplazar sin la ayuda de nadie. Obviamente mis desplazamientos son cortos, porque incluso con el caminador, tengo muy poca fuerza. No puedo exagerar, ya lo hice una vez, me desmayé y caí al piso golpeándome muy fuerte.
3. Asegurar resultados me motiva y me hace sentir útil
Con esto que he implementado he podido avanzar muchísimo, tanto en mis planes personales como en los laborales. Todas las mañanas, como les comenté, defino lo que voy a hacer en el día y en las tardes puedo actualizar lo que avancé. Esto deja una sensación de satisfacción y logro muy motivadora.
Actualmente, estoy manejando 4 proyectos personales que han venido avanzando a buen ritmo gracias a esta metodología. También he cumplido todos los planes laborales que hemos definido dada la situación de crisis en la que nos encontramos por la pandemia, a pesar de estar dos días completos de la semana hidratándome en cuidados paliativos.
Esto me da mucha seguridad y un nivel de productividad que no tenía antes. El seguimiento me permite hacer las correcciones que necesito, a tiempo para poder cumplir. Y lo más importante, me siento avanzando, creando, con sentido de vida independiente de las condiciones en las que estoy viviendo.
En resumen, los principios de productividad se pueden aplicar a todos los momentos de la vida. Les invito a liberar la mente escribiendo lo pendiente, a enfocarse en lo importante ejecutando en el día a día y hacer seguimiento para asegurar el resultado.
En mi caso, estos principios están mejorando mi calidad de vida diaria y me dan la energía para seguir avanzando. Me motivan y evitan que esté postrada en una cama todo el día. Me siento útil.
Marcela Chaves
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